Edgar Carballo y Veronika Widmann se imponen en el Bilbao Downhill 2019
El rider canario y la italiana fueron los más rápidos en la categoría reina (Élite/Sub23). En las otras categorías se proclamaron campeones: Cristobal Pulido (Máster 50), Iván Blanco (Máster 40), Manuel Pellón (Máster 30), Estefanía Cabarcos (Master 30 Femenino), Edgar Peyra (Junior Masculino), Leane Chardonnieras (Junior Femenino) Pau Menoyo (Cadete masculino), y Aina Gonzalez (Cadete femenino).
(Bilbao, 11 de abril 2019).- La tercera edición del Bilbao Downhill, todo un éxito de participación con más de 210 competidores, ya tiene ganadores. Los más rápidos en llegar a una abarrotada Plaza Rekalde desde el monte Arraiz fueron el canario Edgar Carballo y la italiana Veronika Widmann. En una final muy reñida los riders que se proclamaron txapeldunes se tuvieron que imponer a los duros rivales que les acompañaron en el podio muy internacional: el francés Anthony Chirossel segundo y el británico Harry Molloy tercero, y en categoría femenina ha sido la catalana Telma Torregosa segunda y la joven francesa Leane Chardonnieras tercera.
Por tanto, como prueba UCI de Clase 1, tanto Carballo como Chirossel en categoría masculina, como Torregosa y Chardonnieras en femenina han conseguido ya los puntos necesarios para asistir al Mundial de la modalidad. Desde primera hora del domingo en los primeros entrenamientos y en la posterior manga clasificatoria ya mostraron todas sus ganas por salir campeones y tras medir sus fuerzas contra el crono, se impusieron a los más 95 participantes que han competido en la máxima categoría (Élite-Sub23).
Esta era la segunda cita puntuable del Open de Descenso de la RFEC, tras celebrarse en Asturias la Tuña Gravity DH Race, y muchos ciclistas acudían a la prueba bilbaína con la necesidad de sumar de puntos para batir a Iraitz Etxebarria en la clasificación general del Open de España de Descenso. Sin embargo, nadie ha podido con el rider de Mungia y mantiene su liderato tras la conclusión del Bilbao Downhill, por delante de nombres importantes como Isaac Perich o Yeray Vargas.
Los puntos y premios puestos en juego supusieron un gran aliciente, uno más dentro de esta espectacular prueba que se viene realizando en la capital de Bizkaia desde hace 5 años, aunque esta es la tercera consecutiva que tiene la meta en la céntrica Plaza de Rekalde. Por tanto, la emoción estaba asegurada y así lo confirmaba Edgar Carballo. El campeón de esta edición, segundo en el Bilbao Downhill de 2018, expresó que le encanta venir a Bilbao porque “la afición en el País Vasco es increíble, notas el aliento de los aficionados volcados en la bajada hacia la plaza. Un ambiente que a los riders nos ayuda para dar lo mejor de nosotros mismos”. El rider del equipo Vadebicis se mostró exultante con su participación en la prueba bilbaína y amenaza con volver para ponerse de nuevo la txapela de campeón que tanto se le resistía y con tantas ganas ha celebrado.
En cuanto al ambiente, desde el sábado a primera hora ya se notó la gran expectación de miles de aficionados con ganas de disfrutar con los competidores venidos de dos continentes diferentes, con participantes de Inglaterra, Alemania, Austria, Rusia, Colombia, Ecuador y sobre todo de Francia, cuya representación se elevó por encima de la veintena de competidores. De España acudieron de casi todas las provincias y federaciones autónomas, destacando los venidos de Cataluña, Andalucía, Galicia, Asturias y Madrid. Obviamente, hubo mayoría de participantes del País Vasco, superando los 50 riders. “Esta prueba es una pasada. Además, con este tiempo es un placer, con el terreno en seco ha sido todo mucho más rápido. Y eso es lo que más nos gusta, así que sin duda hemos disfrutado mucho todo el fin de semana” expresaba Iván Blanco, el campeón de Máster 40 en la zona de meta en el micro del speaker, el incombustible Jon Alegría que animó la jornada dominical.
Por tanto, la climatología también jugó a favor de la prueba y así se logró que se llenaran a más no poder las calles del barrio bilbaíno de Rekalde, sobre todo en el tramo urbano. Merced al buen tiempo desde el sábado cuando fueron los entrenamientos ya se palpaban las ganas de ver en acción a los riders que lo entregan todo en una modalidad tan extrema como es el descenso. Ya el domingo en las finales cuando la previsión de lluvia no se cumplió, miles de aficionados se acercaron de nuevo hasta Rekalde para disfrutar de la jornada festiva. Así los últimos 300 metros, desde el tramo de las escaleras, estuvo repleto de gente con aplaudidores animando y dando calor a todos los participantes. Con el barrio volcado en la prueba el espectáculo fue sobresaliente según uno de los organizadores, Vicente Olarra, que comentó que “este año nos hemos superado, mejorando la prueba de cara a los participantes y a los espectadores ya que según me han comentado todos los riders y el público que estaba en las orillas del recorrido han disfrutado más que nunca”. De hecho, varios aficionados manifestaban que no se lo pierden ningún año “siempre venimos a la calle Altube porque aquí está el salto de Red Bull y es algo espectacular. La de metros que vuelan, son unos auténticos maestros de la bici”. Y es que en ese punto se dio un premio especial al participante que más metros alcanzaba con un pase directo al evento Holy Bike, una competición única que se desarrolla en la estación de esquí de La Pinilla y en la que las 600 plazas que estaban disponibles ya están agotadas.
La marca de bebidas fue la encargada de patrocinar también el “Hot Seat” donde se sentaron los hombres más rápidos en hacer los casi 2km desde el monte Arraiz hasta la Plaza Rekalde. Desde las 14h cuando arrancó la final, el hombre que más tiempo estuvo sentado en el mismo fue la joven promesa Edgar Peyra que finalmente se proclamó campeón Junior. Y es que
Y es que hay que destacar el recorrido urbano por excelencia en el calendario del Open de Descenso organizado por la Federación Española de Ciclismo ya que fue una de las partes mejor valoradas por todos los riders mostrando una opinión muy favorable sobre la prueba bilbaína. Las condiciones fueron las idóneas para ver una competición reñida hasta el último descenso. “El estado del recorrido estaba muy bien, ni muy duro ni mucho barro como el año pasado. Muy rápido y técnico, ha sido una gozada participar aquí” expresó el rider vasco del equipo BetiBehera Fernando Olañeta.
La fiesta ha llegado tras la manga final, a la hora de la verdad cuando los riders lo han dado todo para medirse contra el crono y poder subirse al podio. Ciclistas a toda velocidad, con un nivel increíble que elevó aún más la quinta edición del Bilbao Downhill. La entrega de premios, en una Plaza Rekalde llena de aficionados y espontáneos, puso el broche de oro a una prueba que ya está marcada en rojo en el calendario, tanto de los participantes como de todos los bilbaínos y amantes de las bicis.